Llegó al local de avenida Solano Vera primera cuadra cerca de las 9. Intentó ingresar por la puerta trasera de la sede de Adhemar Capital. Caminó unos metros y le pasó exactamente lo mismo por el ingreso principal. “No me dejan entrar. Somos unos meros empleados y no tenemos nada que ver con lo que pasa”, explicó Lucas Barrera Oro.
Los detalles ocultos del caso AdhemarEn su rostro estaban dibujados los gestos de angustias y de preocupación por lo que está viviendo. Él, su compañera María Lihue Banegas, y la gerente Sofía Aylan, fueron notificados que serán investigados por haber realizado operaciones financieras sin autorización, lavado de activos, estafa y asociación ilícita. “Viajé a Catamarca y me puse a disposición de la justicia. Soy el más interesado en que se aclare esta situación”, destacó.
La sucursal de Adhemar en Tucumán se mantiene cerrada y crece la incertidumbreLa suerte de Barrera Oro y Banegas cambió luego de que ambos se presentaran en la vecina provincia acompañados por su defensor Javier Lobo Aragón. Fuentes judiciales confirmaron que los dos ejecutivos, de manera informal, habrían confiado cuál era su situación y que estaban dispuestos a colaborar con la investigación para que todo se aclare rápidamente. La reacción no se hizo esperar. No pudieron ingresar más al local. El ex rugbier también confirmó que los eliminaron de todos los grupos de WhatsApp que existían en la empresa. “No nos dieron ninguna explicación”, indicó.
Caso Adhemar: “Los que tienen que preocuparse son los denunciantes”El ex integrante del seleccionado tucumano de rugby rompió el silencio. “Voy a hablar por mí y por Lihue. Éramos simples empleados y no sabíamos cuál era la situación de la empresa. Si hubiéramos sabido que no le devolverían la plata a los ahorristas, nos hubiéramos ido en el acto. Desconocíamos toda la operatoria”, explicó. “No entendemos por qué nos involucran como miembros de una asociación ilícita. Éramos simples empleados que no teníamos poder de decisión. Hacíamos lo que nos pedían”, añadió.
Caso Adhemar: de pasear en una Ferrari a recorrer los tribunalesPor su parte, Lobo Aragón comentó que los problemas laborales de sus defendidos con Adhemar empezaron en diciembre. “A partir de esa fecha comenzamos a enviarles cartas documentos porque no percibían sus sueldos. Después, les quitaron la obra social y, por último, en medio de los problemas, les cambiaron sus funciones. Siguieron trabajando en el lugar todo este tiempo porque estaban preservando sus derechos ante una posible acción judicial”, señaló el defensor. “Con lo que les sucedió hoy (por ayer), fueron a realizar una constancia policial para demostrar que no los dejaron entrar”, explicó.
La de ayer fue una mañana tranquila en el local de Solano Vera. Hasta el mediodía, sólo se acercaron muy pocos inversionistas a averiguar cómo sería la nueva reestructuración que les ofrecía la firma, tal como lo había anunciado el viernes la gerente Aylan por las redes sociales. Pero nada de eso ocurrió. Las puertas estaban cerradas y no hubo atención al público. Sólo una señora se arrimó a colocar tapas de plástico en el cesto con forma de corazón que fue colocado en la puerta del local.
Por la tarde, en el supuesto canal oficial de la firma, se publicó otro comunicado, pero en esta oportunidad, sin la firma de ninguno de los ejecutivos, señalaron: “El CEO de la empresa fue internado y se encuentra en observación. Hasta que él no esté en condiciones óptimas de salud, la operatoria de la empresa con los pagos programados se encuentra en pausa. Esperamos sepan comprender la situación de salud y de fuerza mayor. En cuanto tengamos directivas para continuar, serán informados”. “Es otro verso más. Hace 40 días, por un motivo u otro, estamos dando vueltas con lo mismo. Estoy seguro que ya perdimos todos nuestros ahorros. Pero él no se llevará gratis, por lo menos a la cárcel irá”, finalizó el inversionista L.M.